El rápido avance de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) ha traído consigo una serie de problemas éticos y de seguridad que han impulsado a empresas como OpenAI y Google a trabajar por su desarrollo responsable.
En los últimos años, la IA generativa ha revolucionado diversos sectores. Especialmente con la llegada de ChatGPT. Sin embargo, a pesar de sus numerosas ventajas, es necesario usarla con prudencia debido a sus limitaciones.
La inteligencia artificial está transformando, poco a poco, nuestras herramientas cotidianas, y Gmail no es la excepción. Google ha comenzado a integrar su avanzada IA, Gemini, en varias de sus plataformas, siendo Gmail uno de los servicios donde más está apostando por estas innovaciones.
Gestionar manualmente el envío de campañas de correo electrónico puede ser un proceso extremadamente laborioso y consumir una gran cantidad de tiempo. A medida que las listas de destinatarios crecen, la tarea se vuelve aún más ardua, limitando la capacidad de las empresas para comunicarse de manera eficiente y oportuna con su audiencia.
Desde que ChatGPT irrumpió en el mercado, las grandes tecnológicas se empezaron a poner las pilas para competir con este fenómeno. A las pocas semanas, Google lanzó su IA generativa, actualmente Gemini, y, desde entonces, se ha esforzado por acercarse a la IA generativa de OpenAI e incluso superarla.
¿Estás pensando en utilizar la IA generativa para tu negocio? Esta tecnología está ganando mucha popularidad en los últimos años a raíz del lanzamiento de ChatGPT.